lunes, 22 de noviembre de 2010
Medio Ambiente Sostenible.
Estonia.
La mayoría de los problemas medioambientales de Estonia se deben a la dependencia de este país del esquisto bituminoso para la producción de energía y la fabricación de productos químicos. El esquisto bituminoso es uno de los combustibles fósiles más inusuales y su combustión genera enormes cantidades de residuos y contaminación. Dos de las plantas energéticas de este país, que producen cerca del 91% de la electricidad, emplean esquisto bituminoso, por lo que casi todos los residuos sólidos generados en Estonia proceden de su extracción, uso y procesamiento. El país se ha comprometido a reducir su dependencia del esquisto bituminoso, pero este proceso será complicado tanto por razones financieras como políticas. Además de los problemas de calidad del aire –en parte, a causa del esquisto bituminoso– en Estonia el agua potable es de pobre calidad, a pesar de que el agua de los ríos por lo general es excelente. Muchos estonios de las zonas rurales se abastecen de agua en pozos privados, y se sospecha que éstos están contaminados por las aguas residuales que rebosan de las fosas sépticas.
En un tono más positivo, las áreas de protección de la naturaleza cubren más del 10% del territorio de Estonia. El país aún alberga linces y ha elaborado un plan de gestión, con posibilidades de caza limitadas, para garantizar la protección de esta especie.
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